viernes, 16 de febrero de 2018

SINTOMAS PRENEGROTICOS

Anteceden a la muerte de la célula o del tejido.

SIGNO:
* Presencia visible del agente causal de la enfermedad (una o varias estructuras) Partes o producto del patógeno que se observa en un síntoma

*Parte o producto del patógeno que se observa en síntoma de una enfermedad infecciosa











PATOGÉNESIS Y SOBREVIVENCIA


La patogénesis describe el origen y evolución de una enfermedad con todos los factores que están involucrados en ella. Lo que con los métodos de las ciencias naturales se describiría como 'desarrollo de una enfermedad' se identificará también como patomecanismo. En cambio, la causa de una enfermedad se estudia en la etiología. Hay diferencias entre la patogénesis causal y la patogénesis formal. Mientras que la primera acorta la naturaleza de los individuos al considerar la enfermedad, la patogénesis identifica el proceso de la enfermedad funcional y estructural con el individuo. Como ejemplo, tomemos una infección gripal: el virus es la etiología, la situación completa del individuo en contacto con el virus lo trata la patogénesis causal mientras que el proceso inflamatorio pertenece a la patogénesis formal.

LOS CICLOS DE PATÓGENESIS. 

La comprensión de los ciclos de patogénesis es de capital importancia para poder diseñar estrategias racionales en el control de enfermedades.
El ciclo genérico de patogénesis está constituido por dos subciclos (primario y secundario) y cuatro etapas fundamentales: supervivencia, multiplicación, dispersión e infección. Aunque se considera como ciclo genérico el representado en la figura inferior, existe un elevado número de ciclos diferentes y con distintas complejidades.


Por lo tanto en el ciclo vital del patógeno se alternan una fase interactiva con la planta y otra de supervivencia impuesta por la ausencia del huésped o por las condiciones ambientales.
En el caso de los hongos, la reproducción sexual suele estar asociada con condiciones ambientales adversas, tales como temperaturas desfavorables o agotamiento del agua o nutrientes. Cuando las condiciones ambientales son favorables y existe disponibilidad de nutrientes en abundancia, los ciclos que suelen predominar son los secundarios con su producción de esporas asexuales. Estos ciclos secundarios suelen ser los responsables de la mayor parte de los daños económicos.

El ciclo primario se inicia después de un periodo de inactividad (dormancia) del patógeno a partir del inóculo (unidad infectiva) producido por los propágulos o estructuras de supervivencia (inóculo primario).



Los ciclos secundarios se inician durante la etapa de actividad del huésped y del patógeno, a partir del inóculo producido tras la multiplicación del patógeno en las infecciones primarias (inóculo secundario). El número de ciclos secundarios, que determina la dinámica de la enfermedad, depende de la estrategia y capacidad reeproductiva del patógeno, de la población del huésped y de la favorabilidad del ambiente.

Los agentes fitopatógenos se clasifican en dos categorías principales, en relación con los ciclos de patogénesis que originan: monocíclicos y policíclicos. Los patógenos monocíclicos tienen un máximo de un ciclo (primario) por estación de crecimiento de la planta, mientras que los patógenos policíclicos tienen más de una generación por estación, pudiendo llegar a tener muchas generaciones por año, con solapamientos entre ellas.
La gran mayoría de los hongos fitopatógenos de suelo son monocíclicos. Sin embargo no todos los patógenos monocíclicos son de suelo, ya que se consideran monocíclicos numerosos carbones y algunas (pocas) especies de roya.





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