Anteceden a la muerte de la célula o del tejido.
SIGNO:
*
Presencia visible del agente causal de la enfermedad (una o varias estructuras)
Partes o producto del patógeno que se observa en un síntoma
PATOGÉNESIS Y SOBREVIVENCIA
La
patogénesis describe el origen y evolución de una enfermedad con todos los
factores que están involucrados en ella. Lo que con los métodos de las ciencias
naturales se describiría como 'desarrollo de una enfermedad' se identificará
también como patomecanismo. En cambio, la causa de una enfermedad se estudia en
la etiología. Hay diferencias entre la patogénesis causal y la patogénesis
formal. Mientras que la primera acorta la naturaleza de los individuos al
considerar la enfermedad, la patogénesis identifica el proceso de la enfermedad
funcional y estructural con el individuo. Como ejemplo, tomemos una infección
gripal: el virus es la etiología, la situación completa del individuo en
contacto con el virus lo trata la patogénesis causal mientras que el proceso
inflamatorio pertenece a la patogénesis formal.
LOS
CICLOS DE PATÓGENESIS.
La comprensión de los ciclos de
patogénesis es de capital importancia para poder diseñar estrategias racionales
en el control de enfermedades.
El ciclo genérico de patogénesis está constituido por dos subciclos
(primario y secundario) y cuatro etapas fundamentales: supervivencia,
multiplicación, dispersión e infección. Aunque se considera como ciclo genérico
el representado en la figura inferior, existe un elevado número de ciclos
diferentes y con distintas complejidades.
Por
lo tanto en el ciclo vital del patógeno se alternan una fase interactiva con la
planta y otra de supervivencia impuesta por la ausencia del huésped o por las
condiciones ambientales.
En el caso de los hongos, la reproducción
sexual suele estar asociada con condiciones ambientales adversas, tales como
temperaturas desfavorables o agotamiento del agua o nutrientes. Cuando las
condiciones ambientales son favorables y existe disponibilidad de nutrientes en
abundancia, los ciclos que suelen predominar son los secundarios con su
producción de esporas asexuales. Estos ciclos secundarios suelen ser los
responsables de la mayor parte de los daños económicos.
Los ciclos secundarios se inician durante la
etapa de actividad del huésped y del patógeno, a partir del inóculo producido
tras la multiplicación del patógeno en las infecciones primarias (inóculo
secundario). El número de ciclos secundarios, que determina la dinámica de la
enfermedad, depende de la estrategia y capacidad reeproductiva del patógeno, de
la población del huésped y de la favorabilidad del ambiente.
Los agentes fitopatógenos se clasifican en
dos categorías principales, en relación con los ciclos de patogénesis que
originan: monocíclicos y policíclicos. Los patógenos monocíclicos tienen un
máximo de un ciclo (primario) por estación de crecimiento de la planta,
mientras que los patógenos policíclicos tienen más de una generación por
estación, pudiendo llegar a tener muchas generaciones por año, con
solapamientos entre ellas.
La gran mayoría de los hongos fitopatógenos
de suelo son monocíclicos. Sin embargo no todos los patógenos monocíclicos son
de suelo, ya que se consideran monocíclicos numerosos carbones y algunas
(pocas) especies de roya.
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